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Creación de Mi Agro, ¿éxito o fracaso?

En vista de la complicada situación que ha creado las deudas de Agrobanco, el Estado peruano ha intentado encontrar la mejor solución, a través de un proyecto de absorción llamado Mi Agro. Sin embargo, se sabe que este tipo de empresas llevadas por el Estado no han sido exitosas en el pasado y le han costado al país mucho recursos en vano. Por ello surge la pregunta, ¿será la Creación de Mi agro un éxito o un fracaso?

La entidad financiera Agrobanco se encuentra en un estado agonizante, debido a las numerosas deudas que acarrea, es por esto que el Estado ha decidido intervenir, apoyado incluso por algunos sectores del mercado. Así surgió la idea del proyecto de ley Mi Agro.

Mi Agro, absorbería a Agrobanco, para convertirse en una entidad anexada al Ministerio de Agricultura, de la mano de Fonafe, pasando a dar financiamiento para la actividad agrícola como una banca de segundo piso. Entre los motivo de su creación se encuentran los evidentes fallos estructurales que llevaron a Agrobanco al desastre.

Sin embargo, todavía no existe una seguridad de que Mi Agro no obtenga los mismos resultados de aquí a algunos años. Esta nueva entidad absorberá todos lo concerniente a Agrobanco, sus activos y pasivos, inmuebles, cartera de clientes, fondo, deudas, etc. Pero variando en que ya no tratará directamente con los prestatarios, sino otorgando los créditos a través de otras entidades financieras, reduciendo así los riesgos de impago.

De igual forma, Mi Agro está dirigida únicamente a los pequeños agricultores, a los cuales se les dificulta acceder a créditos agropecuarios y serán determinados en el reglamento de la ley. Curiosamente ese era el enfoque empresarial de Agrobanco en sus inicios, que quedó olvidado en el pasar de los años.

Además, el gobierno asegura que las deudas de Agrobanco no serán perdonadas con la implementación de Mi Agro, sino que se intensificarán las medidas de cobranza. Estas deudas discurren los S/766 millones, cuyo 60% son de más de 52 empresas a las que se les fue otorgada créditos. Buscando dejar todas las deudas saldadas y recuperar el dinero para poder seguir dando financiamiento  a los pequeños agricultores.

El problema ocurre, porque empresas con estos enfoques buscan solucionar un problema que bien podría ser inexistente o haberse planteado de manera exagerada, pues el otorgamiento de créditos, de entidades privadas, de cualquier sector de trabajo se basa en su capacidad de riesgo.

Entonces, en lugar de recurrir a medidas que ya han fracasado y costado en intentos anteriores, sería más eficiente buscar soluciones que realmente representen una ayuda definitiva para los pequeños agricultores, fomentando la expansión del sector o facilitando sus posibilidades de acceso a insumos y maquinaria.

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